«Claves del éxito son la honradez, la seriedad, la humildad y el sacrificio»
Dice que está prejubilado, pero sigue al frente de La Portada de Mediodía en Torrecaballeros. Gregorio (Fuenterrebollo, 1952) tiene sobre sus hombros una prolongada carrera de 51 años en la hostelería de Segovia, y empezó muy pronto, a los 14 ya estaba en el Casino de la Unión, donde su primer maestro fue Jesús Izquierdo. Después, restaurante Duque, donde estuvo 25 años, fue su escuela, donde adquirió la experiencia que le permitió «poner en práctica esa escuela como jefe de sala en El Rancho de la Aldehuela y, más tarde, para dar el paso a La Portada». «Vi la posibilidad y me solté», recuerda. Nunca ha pensado en «dejar el oficio», en el que comenzó «de chico, cuando no podía entrar en el comedor y me ocupaban en fregar cobres»; y opina que, como cualquier profesión, depara momentos buenos y malos y no le gusta mirar atrás, pero recalca que está «enamorado de lo que hago y me encuentro muy bien haciéndolo».
El hostelero, Gregorio Rico Sancho, es uno de los homenajeados por la asociación de camareros de Segovia
«Mi vida profesional ha sido un éxito total», considera, y sostiene que «la clave es la seriedad, la honradez y la humildad». Añade también «el sacrificio», pero declara que un buen hostelero «no tiene que pensar en horas, sino en organizarte y tener un buen equipo». Su mano derecha es ahora su hijo. Por eso está «muy tranquilo, porque vale para esto» en unos «años cambiantes pero sin grandes cambios» porque percibe, cada vez más, que «en los restaurantes la gente va mucho a menú y a bajos precio», aunque supone que «la carta seguirá funcionando y habrá oferta para todos». Igual que algunos de sus colegas, cree que «en la tierra del cordero y el cochinillo la tradición seguirá, pero no podemos olvidar que hay que evolucionar, aunque sea con el mismo producto». Él innova; en su restaurante tiene dos tipos de clientes, el madrileño y el segoviano, «que sabe mucho de gastronomía», y es consciente de que Segovia es «una gran escuela», pero asegura que para tener éxito «mi línea es la calidad, no hay otra posible o yo no la conozco». Con esta premisa y con su bagaje pone el acento en que «si hay algo que la hostelería actual tendría que tener en cuenta es la profesionalización, la formación previa».
Mañana recibirá el homenaje con orgullo porque «es muy bonito que te lo hagan los propios compañeros», y anima a los jóvenes « ya todos a que vean el lado positivo de esta profesión, que es muy enriquecedora y te hace crecer como persona».
Fuente: El Norte de Castilla – Segovia