VETE DE MI PARTE por Pepe Domingo Castaño
Segovia es una de las ciudades más bellas de España. Su acueducto romano es el monumento que difunde su nombre por el mundo. Sentarte en una de las terrazas segovianas, con todo el tiempo del mundo para disfrutar de la vida, con el acueducto como vigía silencioso y eterno, es uno de los mayores placeres que puede tener un viajero. De cuando en cuando, me apetece abandonar la gran ciudad de Madrid para vivir una jornada en esta ciudad pequeña, siempre llena de bullicio, que ha sabido mantener su estilo inconfundible a lo largo de los años, respetando su historia y siendo un ejemplo para el mundo. Sus calles están llenas de restaurantes, tabernas y bares con auténtico sabor castellano, en los que degustar los típicos productos de una tierra fecunda y diversa. Algunos de ellos se han convertido en clásicos y otros, muy famosos, se han ido deteriorando con el paso de los años, sometidos a la avalancha de turistas sin demasiadas exigencias gastronómicas.
Es una de las consecuencias, a veces inevitables, de convertirse en ciudades monumentales, que se va perdiendo la calidad según va aumentando el volumen de negocio. De todas maneras, aún quedan en esta Segovia pletórica de vida lugares con encanto, que han sabido mantener intacta la tradición culinaria de una ciudad de sabores como ésta.
Uno de estos templos del buen comer está muy cerquita de Segovia, en TORRECABALLEROS, un paraíso de paz y tranquilidad único en el mundo. LA PORTADA DE MEDIODÍA es una vieja casona que en su día fue casa de postas en el siglo XVI y que hoy se ha convertido en uno de esos restaurantes que hay que visitar al menos una vez en la vida. Sus tremendas vigas de madera, sus jardines, la belleza de su entorno hacen de este lugar uno de los elegidos por todos aquellos que saben apreciar la excepcionalidad. Su alma mater, el gran GOYO, junto a su familia y a su equipo de sala y cocina, han logrado situar a la Portada de Mediodía en el número uno de la tradición segoviana. Nosotros empezamos con unos torreznos perfectos, de esos que ya no se encuentran fácilmente. Seguimos con unas verduritas fritas, gran especialidad de la casa y en su punto de fritura y sabor. Continuamos con los clásicos riñones a la plancha, un bocado exquisito para los amantes de la casquería fina. GOYO nos recomendó unos boletus recién llegados y os puedo asegurar que nos chupamos los dedos de lo buenos que estaban. Como final del gran banquete, dimos cuenta del clásico cordero, que previamente habíamos encargado. Fue algo inenarrable. Creo que ha sido para todos nosotros, seis componentes de la peña CABRITOS HASTA LA MUERTE – Ernesto Alba, Juan C. Montero, Miguel Angel Rodríguez, David Lecanda y Carlos Gutiérrez – el mejor cordero que hemos comido en nuestra vida, y hemos comido muchos. En la carta hay muchos otros platos para disfrutar de una comida completa e inolvidable. Sólo he querido comentar los que degustamos ese día, como ejemplo de que, cuando se hacen las cosas bien, el éxito está asegurado. Cuando vayáis a Segovia, acercaos a TORRECABALLEROS, entrad en la PORTADA DE MEDIODÍA y disfrutad de la vida. Y, por favor, saludad a GOYO y a su hijo de mi parte, con nuestro agradecimiento eterno por una comida que tardaremos en olvidar.
Desde la Portada de Mediodía queremos agradecerle este maravillo artículo.
¡¡Muchas gracias!!
Artículo escrito por PEPE DOMINGO CASTAÑO
Gracias por compartir este momento con tus compañeros de TIEMPO DE JUEGO